
Lo reconozco. Aquí, abiertamente. Soy un adicto. Todo empezó aquel día en alguien me dio a probar un poco de "Perdidos". Ya me habían avisado de las consecuencias de esta sustancia, pero la intriga, la curiosidad, pudieron conmigo y caí en la tentación. Y cuando quise darme cuenta ya era demasiado tarde.
Al principio tenia suficiente con una dosis a la semana, pero pronto necesite más, no podía esperar toda una semana, el mono me podía, me incordiaba tener que aguantar tanta publicidad mientras me la inyectaba en vena. Así que busque otros caminos.
Entonces Internet me abrió las puertas. La cantidad, la variedad, la calidad. En cuestión de semanas ya no solo me valía "Perdidos", la espera entre temporadas tenias que saciarla con algo. Estaba en mi etapa experimental, quería probarlo todo.
Fue así como descubrí que un asesino puede caerme bien, puede ser un tipo entrañable (Dexter), como vi con otros ojos las maneras de ver y vivir la vida y la muerte (A dos metros bajo tierra), que podía haber series tan buenas como "Los Simpson" pero de carne y hueso (Me llamo Earl), que los seres más raros y freakis del mundo trabajan con ordenadores (Los Informáticos).
Pero si hay alguna capaz de hacerme sentir la misma sensación cada vez que la vuelvo a probar, capaz de hacerme sentir como la primera vez con cada dosis, esa es sin duda "Weeds". La más fresca, original, divertida e inesperada serie de los últimos años, que va ya por su cuarta temporada en Estados Unidos (aquí ha llegado a su tercera temporada en Canal +, y la segunda en Cuatro).
Os dejo una de las escenas más famosas de la serie, de la segunda temporada. Quien no la vea... no sabe lo que se pierde. No todos los vicios son malos.
3 comentarios:
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Que orgulloso estoy de que Britney Spears visite mi blog...
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